martes, 20 de octubre de 2009

E.F.I.: Vigencia del paradigma psicomotriz (I)


La Psicomotricidad en la clase de EFI: hacia una propuesta didáctica centrada en la inteligencia motriz


Nos ubicamos en Córdoba, en la segunda mitad de la década del 70. Vistos los debates internos y externos a nuestra disciplina, en el centro de los cuales estaba la consideración del movimiento humano como acto inteligente y social, en distintos ámbitos académicos –particularmente ligados a la educación– se aceptaba progresivamente que al utilizar al movimiento como medio (educativo, terapéutico, laboral, etc.) no podría dejar de considerarse a éste como una totalidad, sea cual fuere el abordaje que se realice. En este sentido, resulta imposible actuar en pos de concretar el hecho educativo tomando solo un aspecto constitutivo del movimiento. Así, al analizar las críticas a la Educación Física frecuentemente escuchadas, acerca de que en ésta solo se actúa en procura de efectos biomecánicos y bioenergéticos, cabe preguntarse:
a) ¿Ello se da realmente de ese modo, produciéndose por las características de la disciplina?;
b) ¿O es que al entrar en juego la intencionalidad del docente se realiza un abordaje unilateral priorizándose un aspecto constitutivo por sobre otros, pero sin poder dejar de afectar o eliminar a estos, aún en el caso de que deseara hacerlo?.

Creemos que se trata de esto último, lo cual identifica la problemática, en gran medida, con la formación docente (inicial o continua) y con el modo de ejercer el rol para el que se capacitan o perfeccionan estudiantes y profesionales, respectivamente. No es la disciplina EF la que presenta limitaciones al respecto sino los docentes, como consecuencia de su historia profesional dada, en parte, de acuerdo a la orientación adoptada por los Institutos de formación.

Sobre la concepción de movimiento, cabe destacar el pensamiento del Prof. de Educación Física y Dr. en Medicina Julio César Legido, español, docente del INEF y de la Universidad Complutense de Madrid, quien visitara Córdoba en julio de 1981. En el marco de una serie de cursos organizados en distintos puntos del país por el Servicio Educativo Argentino (a cuyo frente estaba el Prof. Ramón Muros), aborda en nuestra ciudad el tema “Psicomotricidad y Educación Física de Base”. Dicho curso giraba en torno a una idea central que concibe al “movimiento como pensamiento hecho acto”; obviamente refiriéndose al movimiento humano y, particularmente, al movimiento voluntario.
Legido destaca la necesidad de entender que el movimiento humano es una totalidad o unidad indivisible, debiendo entenderse como tal en la mediación educativa o terapéutica. Lo anterior se constituye en una premisa básica, cualquiera sea el ámbito social o institucional, las disciplinas que lo estudien o lo implementen, las manifestaciones culturales que lo capitalicen como parte de sí, los especialistas, académicos o investigadores que lo estudien o utilicen, etc.
Por otra parte, el citado especialista sostiene que debe aclararse la concepción de EF de la que se parte. Si se evita caer en reduccionismos –en general de orden mecanicista o biologista– se entenderá que nuestra disciplina apunta al hombre en forma integral, alcanzando instancias superadoras de lo muscular u orgánico, o de la repetición de un gesto vacía de contenido o significado. Ello implica que interesa tanto el tono como la hipertrofia muscular, la conciencia corporal como la ubicación espacial, la percepción como la integración grupal, la planificación del movimiento como su ejecución; …solo para citar algunos aspectos.
El aporte de Julio César Legido colabora a esclarecer la polémica, al momento que confirma la apreciación de que tanto en educación como en reeducación, cuando se utiliza al movimiento como medio está en juego la “psicomotricidad”, como hecho vital y como campo de conocimientos que aporta al abordaje de cuestiones particulares sin perder de vista la totalidad, que es el hombre. En la Educación Física se verifican con facilidad los planteos psico-socio-motrices, toda vez que se promueve el hecho educativo a través del movimiento, particularmente del movimiento voluntario, acto inteligente y social al fin.

Superados los años 1975-1980 en que se dieran los primeros posicionamientos conceptuales, más precisamente hacia 1982, quienes defendiéramos el enfoque psicomotriz en la clase de EF, veríamos con satisfacción que en el nuevo Plan de Estudios del IPEF aparecía “Psicomotricidad”, como una de las materias optativas de 4º año.
A la vez, la Dirección de Perfeccionamiento Educativo y la Dirección de Educación Física de la Provincia de Córdoba organizan en forma conjunta la capacitación a distancia denominada “Curso de Actualización Docente y Técnico Profesional para Profesores de Educación Física” compuesto por 18 módulos de autoaprendizaje, videocasetes, encuentros taller con agentes multiplicadores y encuentros presenciales con los especialistas en contenidos. Cabe destacar la inclusión en este curso de contenidos de Psicomotricidad. Los módulos de autoaprendizaje versaban sobre las siguientes temáticas:

Filosofía:
Filosofía de la EF.
Fundamentación Antropológica.
Fundamentación Axiológica.
Psicología:
Introducción a la Problemática del Hombre y la Educación.
El Educando en las distintas Fases Evolutivas y su Educación.
Didáctica:
Concepto de Aprendizaje y Rol Docente.
Fundamentación de la Planificación y Selección de Objetivos.
Organización de Objetivos.
Psicomotricidad:
Enfoque Psicomotriz de la Iniciación Deportiva.
Gimnasia:
La Gimnasia como Agente Fundamental en la Escuela.
Capacidad Motora y su Desarrollo.
Atletismo:
Introducción al Atletismo. El Atletismo en la Escuela.
Hándbol:
Introducción al Hándbol.
Técnicas y Tácticas de Hándbol.
Reglamento de Hándbol.
Por el Hándbol a la Educación Integral.
Vóleibol:
Iniciación en Vóleibol.
Técnicas y Tácticas de Vóleibol.

Cabe destacar que con esta estrategia de perfeccionamiento se apuntaba a los Niveles Primario y Medio, aunque con marcado énfasis en el Primario, con lo cual se realizaba un pormenorizado análisis de la EFI y, en el marco de esta, de la Psicomotricidad aplicada a la clase de EF.

La duración del curso abarcó los siguientes períodos:
Junio a Diciembre de 1981,
Marzo a Noviembre de 1982, y
Marzo a Septiembre de 1983.

El Módulo de Autoaprendizaje Nº 9 corresponde a:
“Enfoque Psicomotriz de la Iniciación Deportiva”






La Educación Física según la Concepción Psicomotricista


Extractado de:
García, Antonio. “Aprendizaje y Enseñanza en la Educación Física. El desafío de implementar prácticas reflexivas”. Ed. IPEF. Córdoba, 2001 (Pág. 45-46)


“Finalmente, no remitiéndonos ya al análisis de las distintas concepciones señaladas por los autores anteriores, agregamos la concepción Psicomotricista. Se trata de una fuerte corriente que dominó particularmente la década del `70.”
“Obviamente, muy ligada a la concepción pedagogicista, surge en el intento de superar el biologismo reinante y las posturas marcadamente dualistas o cartesianas que dominaban las prácticas. A tal fin se reconocía, a partir de las investigaciones de Pikq, Vayer, Ajuriaguerra, Le Boulch, etc., el valor del movimiento como conducta molar, compleja, voluntaria e inteligente, como medio en función del hecho educativo. Se trataba, fundamentalmente, al decir de la Lic. Nilda Garimaldi (1986), de la unificación personal de la conducta, superando la eficiencia física, alcanzando la inteligencia motriz, para así continuar en procura de la asunción personal del movimiento, de la fruición y, finalmente, de la integración social. Se trataba de propuestas de Educación Física que en principio intentaron descartar enfoques mecanicistas, explorar al máximo el movimiento voluntario, investigar sobre el correlato entre evolución del pensamiento y evolución motriz; todo lo cual se amplió posteriormente al campo de lo social con los aportes de la Psicomotricidad Relacional. El déficit fundamental de este movimiento fue que, en términos de contenidos, se terminó satisfaciendo más los requerimientos de la Matemática y de la Lengua que de la Educación Física misma, todo lo cual mereció muchas críticas dadas las confusiones en que caían los profesores. Al respecto, cabe recordar los distintos enfoques metodológicos que aparecieron en los Jardines de Infantes, en lo que hace al aprestamiento para la lecto-escritura y el cálculo; como así también en algunos grados de la escuela primaria, en función de la enseñanza de la teoría de conjuntos, la correspondencia término a término, las operaciones básicas, la bidimensionalidad o tridimensionalidad del espacio y de las figuras o cuerpos geométricos, etc. En la mayoría de los casos se observó que, ante la falta de preparación de las maestras de nivel inicial y primario para abordar dichos conocimientos “por” el movimiento y en espacios abiertos, esta tarea recayó sobre los Profesores de Educación Física; éstos, a su vez, la aceptaron en el marco de una marcada ausencia de debate epistemológico, cayéndose en el error de creer que por utilizar al movimiento como medio se trataban contenidos de Educación Física.”
“No obstante lo anterior, debemos reconocer los logros de la corriente Psicomotricista; así, los aportes más relevantes se dieron en torno a la toma de conciencia sobre el movimiento como acto inteligente y complejo, al abandono de ciertas prácticas estereotipadas y tecnicistas, al fomento de una apertura al estudio del pensamiento táctico en los deportes abiertos, a la expresividad gestual y, especialmente, a una marcada sensibilización en la búsqueda y en la consideración del hombre-unidad. A partir de esta concepción se discutió el tema de la integralidad del hombre y se dejó de ver al movimiento humano como una cuestión únicamente muscular.”