martes, 12 de enero de 2010

Aportes de la Filosofía a la Educ. Fís. Infantil

FILOSOFIA Y EDUCACIÓN FÍSICA I
Lic. Nilda Garimaldi


Módulo de autoaprendizaje.
Curso de Actualización Docente y Técnico Profesional para Profesores de Educación Física.
Dirección de Perfeccionamiento Educativo y Dirección de Educación Física,
Ministerio de Cultura y Educación. Provincia de Córdoba, 1982.

Selección de contenidos. Copia textual
con ligeras adaptaciones de diagramación.




Analicemos esta afirmación:

PREGUNTARSE es problematizarse, dudar, admirarse, extrañarse. Es así que la Filosofía se origina en el asombro del hombre ante todo lo que existe.


FILOSOFAR significa plantearse el interrogante de que la realidad no sea tal como se muestra, sino de un modo distinto. En cambio, la actitud del hombre vulgar es la de aceptar la realidad tal como se muestra.






Así, la actitud problematizadora convierte a la Filosofía en:
* Concentración pero no ensimismamiento.
* Reflexión, pero no solipsismo.
* Teoría conceptual, no ilusión ni fantasía.
* Intención de ahondar, penetrar en el corazón de la realidad, desdibujándola de algún modo.
* Preguntarse, tomando distancia frente a la realidad y lo cotidiano, lo cual es, de alguna manera, des-realizar.


ESENCIALMENTE implica que la pregunta deberá rebasar lo accidental, lo transitorio, para percibir las líneas fundamentales de lo que existe.


¿QUÉ ES …? Es la típica pregunta filosófica. Como es dable observar, sus cuestiones no son concretas, prácticas, ni útiles; ellas con más bien el FUNDAMENTO de todo esto.




El ¿QUÉ ES? no se dirige a un tipo de objetos determinados; se pregunta ESENCIALMENTE POR TODO. La totalidad es su objeto. No solo se interesa por la realidad, incluye lo ideal, los valores y el conocimiento.

A continuación observemos con detenimiento el gráfico en el cual está representada esa totalidad de la cual se ocupa la Filosofía:


Nada de lo que existe, cualquiera sea su modo de existir, queda fuera de la preocupación filosófica. Si las afirmaciones que hemos hecho hasta ahora son ciertas, podemos extraer una consecuencia de interés para la temática que abordamos:


Procuraremos, ahora, resolver un nuevo interrogante:

¿QUÉ SIGNIFICA EDUCAR FÍSICAMENTE?

La pregunta es de naturaleza filosófica, ya que intentaremos aquí una reflexión crítica, un alejamiento de lo cotidiano y lo habitual (problematizarse des-realizando) para encontrar rasgos fundamentales (esenciales).
El término Educación Física ha conflictuado, confundido y hasta desvirtuado su sentido original (“Gimnástica” entre los griegos). Objetivamente considerado, parecería haber una incongruencia entre la totalidad hacia la que apunta el término educación, y la especificidad del término física; como si existiese una parte o aspecto en el hombre, “lo físico”, desglosable y factible de ser educado separadamente.


Veámoslo un poco más detalladamente:

¿QUÉ ES EDUCAR?

De un modo general decimos que es “formar al hombre con el fin de que este alcance su plenitud a través de camino permeables a sus necesidades totales”. Aquí se perciben tres grandes cuestiones de la Educación:


Hecho este enfoque el campo de la Educación se circunscribirá a:
* El Hombre, su objeto.
* Los Fines o Metas que se procura alcanzar en el hombre a través del aprendizaje.
* El Aprendizaje, su medio o instrumento.

Para comprender mejor estos conceptos obsérvese detenidamente el gráfico que presentamos a continuación.


¿QUÉ SIGNIFICA FÍSICAMENTE?

El término orienta la actividad educativa hacia lo corporal. Trátase del Hombre (pues no nos referimos a lo físico como cosa material) pero circunscribimos un tanto la preocupación general de la Educación; así, al menos, parece sugerirlo la expresión:


Si la Educación Física es una forma particular de la Educación, deberá repetir, a su manera, los problemas educativos; ellos serán entonces:
* El Cuerpo del Hombre.
* Los Fines de la Educación Física.
* El Aprendizaje motor.

Observe cual sería su representación:


Al comienzo de esta exposición señalamos que el análisis nos permitiría acercar la Filosofía a la Educación Física. Hasta aquí hemos procedido objetiva y analíticamente.


¿CÓMO SE RELACIONAN, realmente?

Los círculos que hemos presentado aisladamente (gráficos 1, 2 y 3) sólo existen así en la teoría. En verdad ellos representan, ordenados concéntricamente, a la realidad misma desde su máxima concreción (Educación Física) hasta lo más esencial (Filosofía). El nexo entre ellas lo constituye la:


Si intentamos continuar con el análisis de la realidad se comprobará, en un abordaje por partes, que a cada sector de la Educación Física corresponde uno de la Educación y, retrocediendo en busca de lo más fundamental, aparecerá la Filosofía.


Veamos en el siguiente gráfico, la integración de los 3 círculos, y reflexionemos sobre ello. A fin de aclarar esta presentación didáctica, es válido imaginar los círculos recortados con el fin de superponerlos entre sí. Puesto el primer círculo (de mayor tamaño) a éste se le superpone el segundo (de tamaño medio) y a ambos, se les superpone el tercero (de tamaño chico); en todos los casos haciendo coincidir los sectores.

Luego de la reflexión se habrá podido comprobar que, si como educador físico se trabaja con el Cuerpo, éste no puede entenderse si, previamente, no se tiene conocimiento sobre la Concepción de Hombre que la Pedagogía toma de la Filosofía. A su vez, será necesario recurrir a la Filosofía (Antropología y Metafísica) que es donde se aclara QUÉ ES EL HOMBRE (y su Cuerpo).

Del mismo modo, intentando determinar objetivos, se deberá inicialmente conocer los FINES DE LA EDUCACIÓN FÍSICA, los cuales se apoyan en los Fines Generales de la Educación, y todo ello, sobre un conocimiento de los valores y su jerarquía.

Y, finalmente, el APRENDIZAJE MOTOR no se puede iniciar sino sobre la base de la Didáctica que requiere fundamentos filosóficos sobre el conocimiento, la verdad, posibilidad y formas de conocer.


Vistos los conceptos anteriores, en los cuales queda expuesto el sustento filosófico de nuestra disciplina, resulta claro que ésta, “… como toda acción humana, no es más que la realización de una idea (teoría)”.
“La Educación Física, como praxis, está asentada sobre principios (teoría) indiscutibles, solo que, la mayoría de las veces ignorados”. Desde esta mirada, aunque sin comprometer la opinión de la autora de estos textos, podríamos intentar el enunciado de algunos principios:

* El movimiento humano es un acto complejo; en su realización se verifican componentes biológicos, energéticos, intelectivos, afectivos, volitivos, expresivos, comunicativos y sociales.

* El movimiento se constituye en una dimensión antropológica del ser humano, al igual que el cuerpo, el intelecto, la afectividad, el lenguaje, etc.

* El movimiento humano, sistematizado de distintas formas, se configura en producciones culturales diferenciadas y con identidad propia.



Como se comprenderá, hacia 1982, en el IPEF de Córdoba y en otras instituciones similares del país, se procuraba consolidar ideas acerca de que el movimiento humano es mucho más que un hecho bioenergético, tal como se expresa en el primero de los enunciados anteriores. De esta manera, al ser utilizado por la Educación Física como medio educativo, sus alcances en cuanto a la afectación de la persona del educando y sus capacidades son mayores. A la vez, en el proceso de transmisión de bienes culturales y tratamiento de los valores (vistos ambos como contenidos), los alcances de la acción didáctica son también superiores.

No basta con la utilización parcial del movimiento (exacerbando algunos aspectos constitutivos e ignorando otros); además, esto es imposible. Los enfoques parciales en cuanto al movimiento, llevan también a planteos dicotómicos y dualistas con respecto del hombre. Así, desde una perspectiva centrada en lo antropofilosófico, la Lic. Nilda Garimaldi sostenía que el primer gran avance que se podría hacer con los aportes de la Psicomotricidad consistía en abordar al movimiento considerando todos sus componentes, poniendo el acento en uno u otro según correspondiera didácticamente, pero sin olvidar el todo.

En un tratamiento integral como el que se pretendía, bueno resulta tener presente el siguiente cuadro, que presente los Niveles de afectación conductal de la persona que se mueve. A partir de conceptos de José María Cagigal, Nilda Garimaldi sintetiza así la idea:



La Eficiencia Física, que implica valores vitales y económicos y compromiso del cuerpo, es importante, aunque no suficiente de por sí. Debe integrar con otros niveles de afectación; caso contrario se caerá en abordajes dicotómicos, biologistas, mecanicistas, etc.

La Inteligencia Motriz, que implica valores lógicos y compromiso intelectivo, es importante, aunque no suficiente. Debe integrar e integrarse con otros niveles de afectación; de no se así, igualmente se caerá an planteos dicotómicos, aunque de preponderantes características psicologistas o psicomotricistas.

La Asunción Personal del Movimiento, implica valores valores lógicos y compromiso intelectivo y afectivo. Al gual que en los casos anteriores debe integrar e interarse con otros niveles. De no ser así estaríamos ante la presencia de propuestas didácticas en parte superadoras y más respetuosas de la unidad del hombre, aunque insuficientes. Éstas, si bien podrían considerarse más completas, no alcanzarían para responder a la idea de integralidad. Se trataría, en todo caso, de abordajes psicologistas centrados en la aceptación de sí mismo, de la posibilidad y el límite, etc.

La Fruición implica valores relacionados al placer y compromiso antropológico del cuerpo y la afectividad. Como en los casos anteriores debe integrar e integrarse con los demás niveles de afectación conductal. De no ser así se caería en la atención al gusto o placer por el placer mismo sin que se integre con otras dimensiones humanas.

La Integración Social supone valores éticos y sociales y compromiso del espíritu. Tal como venimos sosteniendo, este nivel debe integrar e integrarse con los otros niveles. De no ser así, igualmente se caería en una dicotomía, con enfoques centrados exclusivamente en lo social, como el accionar cooperativo, el ejercicio y alternancia de roles, la dependencia mútua, la construcción de las normas o reglas, etc. Todo lo cual supone atender a valores superiores y a la dimensión espiritual del hombre, pero que resultaría un abordaje incompleto en tanto no se consideren los restantes niveles de afectación conductal.

Finalmente, el resultado de todo lo anterior será la Unificación Personal de la Conducta, que involucra la totalidad de los valores y un compromiso antropológico integral, o sea, el Hombre-Unidad.



Frente a los abordajes pedagógico-didácticos dicotómicos, marcadamente biologistas y mecanicistas que, hasta principios de la década del ´80, caracterizaban algunos análisis conceptuales y la generalidad de las prácticas, llegar a un compromiso de la “inteligencia motriz” significaba un verdadero avance. Esto, en los hechos y en la clase, suponía un gran esfuerzo por superar la “eficiencia física”, aunque sin dejarla de lado. Obviamente, mucho quedaba afuera todavía en las propuestas didácticas, ya sea con respecto a la concepción de hombre-unidad o del movimiento como conducta (acto complejo). No obstante, con los aportes de la Psicomotricidad se estaba en marcha procurando implicar en la práctica sólidos fundamentos de orden antropológico.

“La clase de Educación Física ya no era únicamente un tiempo de movimiento para transpirar, sino también un tiempo de movimiento para pensar” (Antonio García. IPEF. Cba., 1980)

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Coloboraron en la edición de este módulo:

* Especialista en contenidos: Lic. Nilda Garimaldi

* Diseñadores: Doc. Elisa del Valle Cabezas, Lic. Martha Bracco, Lic. Graciela Horsmann, Lic. María Ceconello.

* Dibujo y programación: Prof. José De Monte, Lic. Alcira R. Parnisari, Prof. Cristina Chalabe, Doc. Ana Méndez, Téc. Adolfo Mombrú.

*Cordinación: Por la Dir. de Perfec. Educativo, Lic. Cristina Carranza. Por la Dir. de Educ. Física, Prof. Santiago H. Pecile y Prof. María E. Laje.

*Supervisión Gral.: Dr. Rafael E. Ferreyra y Lic. Susana Carena.